Al igual que con los medidores ‘Juan Pablo Montoya’ de hace dos décadas con Electricaribe, ahora, la instalación de los “medidores inteligentes” que monta la empresa Air-e en Barranquilla y el Área Metropolitana, genera una polémica entre los usuarios. Nuevamente se enfrentan la comunidad y la empresa de energía. 

También en Magdalena y La Guajira se instalarán los llamados contadores de Infraestructura de Medición Avanzada (AMI).

Por la resistencia a estos medidores en diferentes sectores populares del suroriente y el suroccidente de Barranquilla han aparecido vallas de rechazo a los nuevos contadores que para la empresa son “un tema de un avance tecnológico”.

Pasacalles con la leyenda “No queremos medidores inteligentes Air-e no más abuso con el pueblo”, fueron instalados en diferentes barrios populares de la ciudad.

La compañía informó a través de su Gerente John Jairo Toro que “estos equipos de medida están a cargo 100 por ciento de la compañía y no van a generar ningún costo adicional al cliente”. 

“Un contador cuesta alrededor de los 70 dólares (Unos 260.000 pesos) cada equipo, pero va a ser gratis para cada usuario”.

Explicó que “son equipos que hoy en día dan mejor precisión y se puede tener mucha más certeza del consumo”.

En concepto de la compañía, los emisores inteligentes son “la oportunidad del cliente de administrar su consumo”. 

Según Air-e, hoy en día en la región hay unos contadores viejos que no dan precisión sobre el consumo. Indicó el Gerente de la empresa que con estos medidores, cuando el usuario observe desde fuera de su casa la aplicación en el teléfono, “podría llamar y decir, apaguen el aire, apaguen el abanico, apaguen el foco y así poder administrar y ver lo que realmente están consumiendo”.

El ingeniero John Jairo Toro asegura que “la inconformidad en algunos sectores es porque hay un problema grande de fraude en el servicio de energía”.

Indicó que lo que sí está probado técnicamente es que “es más difícil hacer fraude con estos mediocres”. “Obviamente la gente que se opone es gran parte de la gente que tiene problemas de fraude”, recalcó.

De otros usuarios que protestan indicó que “hay unos que están mal informados o que están mal influenciados”.

La empresa Air-e proyecta instalar 110.000 contadores entre los 1.300.000 usuarios con los que cuenta.

¿Qué dicen los usuarios?

En el barrio Santo Domingo de Guzmán, en el suroccidente de Barranquilla, en donde los pasacalles de rechazo a los medidores inteligentes comenzaron a aparecer hace más de dos semanas, los usuarios aseguran que no se les ha socializado el tema.

Oswaldo Centeno, líder del barrio dijo que son sectores en donde en el 80 por ciento no hay medidores y en promedio pagan entre 60 y 80 mil pesos.

Johan Henríquez, residente en el barrio aseguró que la mayoría de habitantes del barrio viven del día a día. Allí existe el temor de que el valor de lo que pagan “se duplique o se triplique”. "Son pesos que nos pueden quitar el pan de la boca", agrega.

Igual prevención tienen Reynaldo Camacho y Karen Jaraba, otros residentes del barrio. La mujer celebra que en el barrio esté trabajando Air-e cambiando postes y extendiendo nuevas redes, pero señala que falta socializar el tema de los nuevos contadores. “Estamos acostumbrados y desconocemos el nuevo sistema”.

Norman Alarcón, presidente de la Liga de Usuarios del Atlántico, dijo que con estos contadores “no hay una resolución ni de la CREG” que ordene su implementación.

“Violan la ley 142 de servicios públicos que establece en su artículo 144 que solo se puede cambiar cuando hay un medidor dañado”, dijo Alarcón.

Sostuvo que “esa medición no se necesita en el país, que es sofisticada y que en algunos países se usa para las grandes empresas con consumo superior a los 6.600 kilovatios mensuales".